Mario es el nombre del técnico de Telefónica (Timofónica para los amigos) que ha venido hoy a instalarme Imagenio y la conexión inalámbrica del adsl. De hecho, lo que yo quería era el wifi, lo del Imagenio me lo enchufó el comercial de Timofónica (muy bueno, por cierto), precisamente por el hecho de que si contrataba Imagenio, venía un técnico a instalármelo todo a casa y "no se va hasta que todo funciona", en lugar de enviarme el router autoinstalable que luego no se instala ni a la de mil y tienes que llamar al 902 y dejarte una pasta (y las uñas, y la paciencia, y...) hasta que el trasto decide funcionar...
Ha venido y en una hora, me lo ha organizado todo y sin problema ninguno, cosa que no ha aminorado de ningún modo mi desconfianza hacia la compañía para la que trabaja. Último ejemplo de hoy mismo: una media hora antes de que tuviera que llegar Mario, me ha empezado a fallar el adsl y la línea telefónica. He supuesto que era mucha casualidad y que, probablemente, era el técnico haciendo algún tipo de prueba o de ajuste antes de venir a hacer la instalación, pero, por si acaso, he llamado al 1004 para asegurarme, no fuera que hubiera problemas de verdad y luego no pudieran instalarme el router, etc.
Llamo, explico lo que sucede y que está a punto de llegar el técnico y que si tiene algo que ver. Respuesta: no, no tiene nada que ver, debe de haber algún problema con la línea.
Yo: ¿pero no es mucha casualidad? ¿no será que está el técnico trasteando el cajetin? mira que tiene que venir en 5 minutos...
Ella: no, no, no tieene nada que ver. Le paso con asistencia técnica.
Me pasan, me vuelven a pedir tlf, nombre etc. y la del servicio técnico me confirma que no tiene nada que ver una cosa con la otra, que debe de haber algún problema y que me llamarán, si pueden, antes de las 9 de la noche.
Le digo: oiga, que viene el técnico, necesito que me llaméis lo antes posible; no, antes de las 9 de la noche, si podemos y si no, mañana. Me pregunta a qué número de móvil pueden llamarme y le doy el mío. La siguiente es que me pregunta por quién han de preguntar en el móvil.
Mi voz de incredulidad al decir: pues por mí, por quién si no? ha sido impagable.
Lo mejor, que llega el técnico y me dice que claro que ha sido él, que como se cambia el tipo de servicio hay que hacer modificaciones en el cajetín. Cuando le he explicado mi conversación, el pobre ha puesto cara de póker, claro, al fin y al cabo son de la misma empresa, pero ya les vale.
Ah, por si alguien se pregunta que hago con Timofónica vista mi opinión, es que intenté "huir" y fue mucho peor... Al menos, ellos no le pueden pasar la pelota a nadie, si el tema va mal, es cosa suya y de nadie más...
Bueno, ya me desfogué! La foto, una de la Fageda de Santa Fè, para reflejar la calma y la paz que (de momento) me embargan...